Jornada Arquidiocesana de Infancia y Adolescencia Misionera en Barranquilla









La Obra de Infancia y Adolescencia Misionera realiza cada año una Jornada que orienta a los niños y adolescentes a descubrir la imagen del niño del pesebre motivándolos a entender las necesidades espirituales y materiales. 

🗣 Este año bajo el lema: ¡Niños y Adolescentes en misión: El evangelio es alegría! En nuestra Arquidiócesis la celebramos el próximo sábado 5 de mayo en el Colegio María Auxiliadora Norte (Calle 73B Nº 39-41) desde la 8:30 a.m. – 2:00 p.m. donde compartiremos la Eucaristía, Rosario Misionero, muestras culturales, concursos y dinámicas. +info.: 3690767 Ext. 115  
Aquí les dejamos la invitación hecha por : Edwin Bolívar Delegado Arquidiocesano de Infancia y Adolescencia Misionera ,

“Que los niños ayuden a los mismos niños” es el objetivo de la Obra de la Santa Infancia hoy conocida como la Infancia Misionera en el mundo, fundada por el obispo francés, Monseñor Carlos Augusto Forbin Janson, quien constantemente recibía cartas de amigos sacerdotes misioneros en china, donde le comunicaban la precaria situación que estaban viviendo los niños de esa nación, porque sus padres no tenían dinero para sostenerlos, entonces eran arrojados a las calles expuestos a muchos peligros.
Monseñor Forbin, inspirado por el Espíritu Santo decide acudir a los mismos niños de su Diócesis, inicialmente para apoyar y sostener a los pequeños de China. El 10 de mayo de 1843 se funda esta Obra, que poco a poco fue extendiéndose por las Diócesis de Europa. En 1922 recibe la aprobación Pontificia por parte del Papa Pio XI, hoy está presente en más de 150 países convirtiéndose en un instrumento especial para la formación misionera de los niños, de los adolescentes, de los padres de familia y de sus asesores.
También debemos resaltar que nuestra Obra tiene el honor de ser la primera iniciativa mundial en atención a los niños. La Infancia Misionera es pionera en la defensa de la infancia: se adelantó 80 años a la Declaración de los Derechos del Niño de Ginebra y 100 años al nacimiento de UNICEF. Desde su origen defiende la dignidad y la participación de todos los niños en la sociedad y en la Iglesia universal.
Esta Obra llegó a Colombia por San Ezequiel Moreno quien inicia los primeros grupos, en 1896, recibió todo el impulso y desarrollo en nuestro país. 
Nuestra Obra funciona a la manera de una Escuela con Jesús donde los niños y adolescente son sus apóstoles y Él su Maestro, llevándolos a vivir una verdadera experiencia de encuentro con el Señor, a través de la catequesis, la espiritualidad, el compartir y el servicio misionero que se vive semanalmente.

Un testimonio de la grandeza de las Obras Misionales
Tal como lo narra David José Franco González, Adolescente Misionero de la Parroquia San Juan Bautista de la Salle, en Soledad: “Desde mi inicio a los 4 años, en Trigo Verde ha significado un crecimiento de mi fe, ya que a través del estudio de la Palabra de Dios, a través de la oración, la reflexión y de la visita a hospitales, asilos y barrios periféricos, hemos vivido en carne propia la situación por la cual están pasando estas personas a quienes hemos llegado.
Lo que más me ha marcado de esta experiencia es cuando salimos en misión a llevar el mensaje de Cristo, un mensaje que los invita a reflexionar, pero sobre todo que es un mensaje esperanzador para quienes están pasando por una difícil situación en sus vidas.
Nuestros encuentros semanales son divertidos ya que compartimos anécdotas de nuestra vida, donde Dios se ha hecho presente por medio de su Hijo Jesús, porque en Él lo podemos todo. Al terminar cada una de las acciones misioneras que realizamos como grupo, siento paz interior, tranquilidad, pero sobre todo satisfacción porque se pudo comunicar a las personas el mensaje de Dios, esto me llena también de mucha alegría porque soy un instrumento de Jesús para que su voz llegue a través de mí a todos mis hermanos.



Tengo 12 años y he ido creciendo en esta Obra, inicié como niño y ahora como adolescente continúo evangelizando porque es una tarea de toda la vida, llevando el mensaje evangelizador y el mensaje de amor a todos sin hacer excepciones, ya que servirle al prójimo se convierte en una experiencia enriquecedora y fortalecedora para cada uno de nosotros especialmente porque como misionero tengo el compromiso de atraer y tirar la red para que más niños, adolescentes y jóvenes conozcan a Jesús.
Es mi compromiso seguir extendiendo este mensaje de salvación a quienes no lo conocen o a quienes conociéndolo, pero que por situaciones de la vida cotidiana su fe se debilita y se alejan del Señor Jesucristo”.



La Obra de Infancia y Adolescencia Misionera realiza cada año una Jornada que orienta a los niños y adolescentes a descubrir la imagen del niño del pesebre motivándolos a entender las necesidades espirituales y materiales, por esta razón la jornada es acompañada de una colecta para ayudar y favorecer a los niños y adolescentes en el mundo con oraciones, sacrificios y ofrendas.


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